Hilos Tensores – Bioestimuladores de Colágeno
Los hilos tensores son unos hilos finos utilizados en cirugía estética para rejuvenecer el rostro. Se pueden aplicar tanto para eliminar las arrugas y la flaccidez facial, como para levantar las cejas o, incluso, para redefinir el óvalo de la cara y el contorno de la mandíbula.
Es un tratamiento tensado cutáneo que se basa en la implantación de varios micro hilos en forma de red. Esta red actúa como soporte de los tejidos provocando el efecto reafirmante instantáneo y favoreciendo la producción natural de colágeno.
Las intervenciones de cirugía con hilos tensores requieren la realización de pequeñas incisiones a través de las que se injertan los hilos para desplazarlos y colocarlos en el tejido de la zona deseada hasta fijarlos en la posición marcada por el cirujano.
Los hilos tensores pueden aplicarse tanto en la zona facial como en la corporal. A nivel facial, este tratamiento es capaz de definir línea mandibular, reducir papada, tensar mejillas, definir el rostro, atenuar las arrugas del cuello y escote, y mucho más. En cuanto a los hilos tensores en el área corporal, esta técnica es aplicable para la flacidez de los brazos, abdomen, glúteos y rodillas.
Estos se reabsorben a los 6 meses y su efecto tiene un periodo de duración de 12 a 18 meses aproximadamente. El post-tratamiento puede resultar algo molesto. El paciente puede presentar hinchazón durante unos días, además de calor en la zona o incluso aparecer algún pequeño hematoma. Sin embargo, lo normal es que no se produzca ningún tipo de molestia.
Los hilos tensores pueden aplicarse tanto en la zona facial como en la corporal. A nivel facial, este tratamiento es capaz de definir línea mandibular, reducir papada, tensar mejillas, definir el rostro, atenuar las arrugas del cuello y escote, y mucho más. En cuanto a los hilos tensores en el área corporal, esta técnica es aplicable para la flacidez de los brazos, abdomen, glúteos y rodillas.
Estos se reabsorben a los 6 meses y su efecto tiene un periodo de duración de 12 a 18 meses aproximadamente. El post-tratamiento puede resultar algo molesto. El paciente puede presentar hinchazón durante unos días, además de calor en la zona o incluso aparecer algún pequeño hematoma. Sin embargo, lo normal es que no se produzca ningún tipo de molestia.
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